jueves, 23 de febrero de 2017

La Honestidad No se Negocia

Honestidad: hace referencia a aquel que es decente, decoroso, recatado, pudoroso, razonable, justo, probo, recto u honrado. 
Y a veces ni hace falta ser todo eso para ser honesto. A veces se trata de decir solo la verdad: sin pudor, sin razón, y hasta sin decoro. Porque es la verdad; y con eso a veces es más que suficiente. 
En mundo donde la mentira es moneda corriente; parece que la verdad tiene un valor demasiado espectacular. 

Honestidad es verdad. Esa que no se negocia, no se regatea, la de decir SI con ganas, y la de decir NO bien clarito y sin vericuetos. 
La de no jugar con ilusiones ajenas, la de no dejar creer lo que no es. La de bancarse las consecuencias. 
Y aunque choque, moleste, y hasta sea idealista o ridícula, la verdad siempre es mejor. Porque no duele, lo que no tiene es remedio.
Molesta escuchar la verdad; no todos están preparados. Y suele ser disfrazada como diplomacia, tolerancia, piedad. Y no por el otro, no por el que la escucha. Es por quien  no la puede decir. 
Decir la verdad es hacerse cargo. Es hacerse esclavo de sus palabras. Es tirar la moneda, y que pueda caer del lado de la soledad. 



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