domingo, 26 de septiembre de 2010

Devino en Diva.

De la boca para adentro, la chica que nadie saca a bailar. De la boca para afuera, tiene un angel especial. Mira y vuelve a mirar. Pasa y la miran sin disimular. Se retrae y la vuelven a buscar. Se hace la diva y rie sin parar. Qué sucede ahora que no paran de elogiar, que sucede ahora, que la sacan a bailar. Que sucede con aquellos que no se saben acercar, ahora tiene un poco de presencia, ahora gusta más. Siempre cree que es poco, siempre cree que faltará, pero en el medio de las vueltas, no se deja marear por las moscas que se acercan a su miel de novedad.
No sé si es primavera, la mirada o la seguridad. De la boca para adentro, siempre la misma ingenuidad. De la boca para afuera una hermosa Divinidad. Mientras tanto no lastime, la Diva siempre va gustar, mientras tanto se la crean, la Diva reirá. Mientras llame la atención, Diva seguirá.

jueves, 16 de septiembre de 2010

La Verdadera LIbertad, dijo mi amigo Andrelo

Niños. Jugando, trabajando, solos o acompañados. Niños disfrutando. O no. Pensando, mirándome, o viviendo dentro de la naturalidad de pensar que nadie los está mirando. Niños que llamaron la atención, que generaron ternura, intriga por esos ojitos pícaros, simpleza por esos movimientos pequeños, y asombro por la felicidad y la tranquilidad que se tiene en la niñez.

Haciendo cosas más o menos divertidas, más o menos conformes. La niñez representa una libertad que nadie más vuelve a tener. Presenta despreocupación, ternura, miradas completamente sensación de libertad, Movimientos "aireados", sensación de Sonrisa eterna. No se si esa expresión existe. Sino, la acabo de inventar porque por una cosa o la otra es lo que estos pequeños retratados me generaron sin querer. Y hasta sin saber. No salí con la idea de buscarlos, simplemente me iban asombrando y llamando la atención como si algo, o ellos mismos con esa naturalidad tan desbordante se pusieran en mi camino mostrándome la simpleza de las cosas, y de la vida, en aquellos pocos centímetros desde donde ellos la ven y la viven. Cada uno de forma diferente viviendo sus picardías, sin saber o sin creer que hay alguien que hace que con su mirada, aparezcan otros rostros.

Yo sentí por cada uno de ellos un robo. Una captura muy particular. Una forma de inmiscuirme en sus pequeñas vidas. Sentí parar el tiempo por un segundo y quedarme robándoles esas expresiones, esas caritas, esas miradas y esos gestos tan particulares para mí y tal vez tan comunes para los demás..

Aunque más allá de esa liberación que encontré mirándolos, a alguien probablemente no generen le generen absolutamente nada. Y es la mirada de cada uno.