jueves, 6 de enero de 2011

No soy Arjona, ni quiero serlo, aunque no sepa más que eso.

El problema no es que no sepa de vos. Sino que no sepa de mí.
Lo lamentable no es que no confíe en vos. Sino que no confíe en mí.
No sería tan grave que no me quieras. Lo inaceptable es que no me quiera yo.
Puedo soportar que yo no te importe. Lo triste insoportable es que yo no me importe.
Lo raro no es que no pueda enojarme jamás con vos. Sino que siempre me enoje conmigo.
No me inquieta que me des reconocimiento. Pero quiero dejar de mirarme inquieta y no reconocerme.
No me importa que no llegues a conocerme, me desvela que nunca me conozca a mí misma.
Porque a una determinada altura ya nadie puede darte información que nunca dejaste ver.
Porque a un determinado momento no te pueden decir quién sos, porque te van a dar información incompleta o errónea. Y porque llega el día en que nadie sabe mejor que vos, quién sos verdaderamente y para que estás aquí. El problema, definitivamente es…cuando vos no lo sabés.