miércoles, 14 de febrero de 2018

Manifiesto Valentinista del Partido de los Solos


El Mundo No Desaparece cuando Apartas la Mirada.
El amor no desaparece cuando no tengas otro con quien cenar, dormir, despertar o hacerle un regalo.
Y hoy; precisamente hoy, el amor está ahí afuera como todos los días de tu vida. Pero hoy; precisamente hoy,  la vida (capaz la del resto),  se inundó de corazones.  La tele, la radio, las redes sociales, y las veredas llenas de flores que piden más perdón que otra cosa. Pero ahí están.
Los festejos de San Valentín; así como muchos otros, no dejarán de estar sólo porque se los niegue, en el sentido más Freudiano de la palabra.
Porque somos desde la psicología en adelante; seres de falta.
Y de la falta de amor han surgido las canciones más bellas, las tragedias más griegas, las películas más premiadas y los libros más vendidos.
Porque cuando estás en falta; los finales infelices se vuelven reales.

Y la opción más cómoda suele ser negar; odiar, desacreditar y resentir este tipo de festejos. Taparse los ojos y los oídos esperando que el mundo desaparezca y que estas 24 hs pasen sin pena ni gloria.
Los festejos comerciales han ensuciado, eso que cuando falta es poesía, pero cuando lo está también:  El amor.
Y hoy; la mejor opción para no cerrar los ojos esperando que el mundo desaparezca, que lamento decirte, no sucederá, es buscar la forma menos “faltante”.
Que el amor, así solito, sin personificarlo;  ese que permite la construcción con el otro sea el motor de algo. Aun de un autoabrazo.  Dejando por un rato la falta; la media naranja; la pareja (vaya carga para esa palabra), la otredad, el príncipe azul; la casa, el perro, el auto, el matrimonio, el que te acompaña a las fiestas familiares, y toda esa perorata.
Que haya amor, o que no haya nada. En vos.
Que siempre haya motivos para festejar.
Amen.  Así, sin tilde.  
Que el amor que hoy celebres sea el más importante de todos: el propio.
Salú.