jueves, 13 de diciembre de 2018

#MiraComoNosPonemos


Yo vivía en un Pueblo. Bueno; una ciudad de 15 mil habitantes. Adolescente, físicamente pequeña, deportista y chica diez del colegio. Tenía seguramente 16 años y mis papás aún no me dejaban mucho salir.
Una de esas pocas veces que me dejaron salir, y yo aún ni tomaba alcohol, iba caminando por el boliche, sola tranquila, hasta que una bestia enorme me agarró.
Era de esos "populares", todos sabíamos quién era aunque no teníamos relación. Era de la noche, de los amigos del poder, un flaco (si así puede llamársele, porque pesaba tres veces yo y media más o menos ese mismo porcentaje),  que si para mí era desagradable, ese día lo creí aún más.
Este flaco en medio de la noche me agarró del brazo cuando yo iba caminando buscando a mis amigas.
Me sujetó a la vista de todos, y amparado por la oscuridad de un boliche, y sin mediar palabra, ni mirada, ni nada, me forzó con un beso y me pasó la mano por todos lados.
Era realmente enorme para mí, y me tomó por sorpresa, y no pude hacer nada. Y lo cuento como si YO tuviera que justificarme.
Me solté inmediatamente forcejeando y seguí caminando.
Huí despavorida. Asustada. Creí que me había cruzado con un "pelotudo". Que era un idiota desubicado.

Me fui en modo automático, paralizada... y me sentí yo más sucia que él. Sentía asco, sentía que tenía que lavarme la boca, bañarme por si me quedaba algún vestigio de su contacto. 
No se lo conté a nadie. 
Volví a casa como si nada con el recuerdo de un "mal momento", que no sumaba a nadie que yo relatase. Decidí no darle trascendencia. O hice lo que puede...
Cuando tiempo después...años después, una chica se animó a denunciarlo por violación dentro de otro boliche, no dudé en creerle a la víctima. No la conocía, pero esa chica seguramente la había pasado mal. No había tenido la misma suerte que yo. No sólo la había agarrado, manoseado y besado como a mí, sino que a ella no la había soltado. No pudo huir despavorida. Y le creí. Y como al pasar conté que no me extrañaba de ese flaco...cuando yo recordaba qué había pasado conmigo. 
Pero hoy; después de un recorrido, un conocimiento, y mi vida involucrada en la lucha por las mujeres, su cuerpo y su decisión sobre él, me di cuenta de algo: Este flaco con el que yo tuve la mala suerte de cruzarme; no era sólo un "pelotudo". No era sólo un desubicado. Era un abusador y un violador. Y eso que me pasó a mí era abuso.
Hoy tengo las categorías y la conciencia para pensarlo así: No sólo me cruce con un "pelotudo" del que me hubiese querido olvidar. Me crucé con un tipo que me llevaba más de diez años, que era un ABUSADOR. Y a mí ya no me importa si yo era menor de edad, a los 20 me hubiera dado a mí el mismo asco, aunque la pena para él hubiera sido diferente...cuestiones legales....
Hoy entendí que normalizábamos a esos "pelotudos" y los tratábamos de "mal momento", cuando no teníamos herramientas.
Hoy entendí que alguien fue abusador conmigo.  Que no es normal, ni debería normalizarse que te toquen el culo, te besen sin permiso, te manoseen, o te odien si decís que NO a la hora de tener sexo. Hoy lo veo.
Las generaciones venideras no naturalizarán a estos que nosotros llamábamos "pelotudos".
Nuestras hermanitas, hijas, sobrinas y nietas, van a defender su individualidad...porque estamos generando algo grande. Porque alzamos la voz diciendo NO.
Porque nos damos cuenta que violentar nuestro cuerpo, que violentarnos a nosotras está mal.
Que nosotras decidimos quien se acerca a él, quien lo usa como objeto de deseo, quien nos toca, nos besa, nos abraza y quien nos dice que es lindo.
No estos "pelotudos".
Porque alzamos la voz.
Porque nos hacemos cargo de que permitimos el silencio. Que nos dio miedo. Que no pudimos más que minimizarlo.
Pero que basta.
Porque sí, nosotras somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar. E imagínense lo que serán las bisnietas.
Téngannos miedo, ese mismo que yo esa noche le tuve a ese "pelotudo" cuando pensé que no me iba a dejar ir.
  
#NoEsNo
#MiraComoNosPonemos
#SeVaACaer 💚

No hay comentarios:

Publicar un comentario