No quiero ser mirada ni extrañada. No quiero ser vista ni recordada. No quiero ser tu marioneta, tu recuerdo, tu recreo o tu ilusón. No quiero sonreirte en un recuerdo. No quiero ni mirarte por un momento, no quiero pensarte amor.
Yo no tengo más remedio que escabullirme a tus besos, apelar a mi cintura y esquivarte el corazón.
Esos ojos tan profundos son sicarios de mi mente, son un dealer de ocasión.
Yo no quiero ser parte de tu juego, no vine a alimentarte el ego, no te apuesto más el corazón.
Era la forma más sutil de decir: desaparece!
ResponderEliminarexcelente! Todas las mujeres deberían hacer lo mismo...
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