Sin pedir ni ilusionar. Con temor y precaución. Más sentir y menos pensar. Con contradicción. Con la incertidumbre de no tener nada comprado, y con la certeza de que puede ser todo peor. Con la mirada atenta pero tierna del miedo, y el paso firme de una inseguridad circunstancial.
Con la cabeza a gachas por las dudas; y los brazos abiertos para alcanzar algún abrazo que ande sin dueño por ahí. Con la idea de no tener ideas, y con el alma apostada en una ciega. Con la certeza de una lotería y la incertidumbre de una cirugía de corazón. Con el alma al aire como dijo Alejandro. Con la maldad guardada como digo yo. Con la sinceridad devenida en bruta honestidad y con una necesidad de no pedir nada. Con la alegría de tu mirada a la mañana, y con el recuerdo de esas lágrimas que se vencieron tiempo atrás.
Con un temor que me arrastra y una audacia que invita a cabalgar. Con resacas viejas y olvidadas en la espalda, y con un champan a punto de descorchar para festejar.
Con idas y venidas en la mirada, con más vueltas que la oreja, con dolores de cabeza con partes marchitas en el corazón. Con mis miserias pisándome los talones, y con un carrito lleno de ilusiones por cumplir. Con un alma rota y remendada, con tu mirada de costado, con tus todos “porque sí”. Con mis “peros” y “porqués” que bailan malambo. Con tus “shhhh” que bailan ballet. Con mis miedos y perdones, con un as de corazones yo te apuesto mi sentir. Me juego el pelo y tres monedas, me juego fichas, helados, fotos y peleas. Y lo apuesto porque sí.
Con la cabeza a gachas por las dudas; y los brazos abiertos para alcanzar algún abrazo que ande sin dueño por ahí. Con la idea de no tener ideas, y con el alma apostada en una ciega. Con la certeza de una lotería y la incertidumbre de una cirugía de corazón. Con el alma al aire como dijo Alejandro. Con la maldad guardada como digo yo. Con la sinceridad devenida en bruta honestidad y con una necesidad de no pedir nada. Con la alegría de tu mirada a la mañana, y con el recuerdo de esas lágrimas que se vencieron tiempo atrás.
Con un temor que me arrastra y una audacia que invita a cabalgar. Con resacas viejas y olvidadas en la espalda, y con un champan a punto de descorchar para festejar.
Con idas y venidas en la mirada, con más vueltas que la oreja, con dolores de cabeza con partes marchitas en el corazón. Con mis miserias pisándome los talones, y con un carrito lleno de ilusiones por cumplir. Con un alma rota y remendada, con tu mirada de costado, con tus todos “porque sí”. Con mis “peros” y “porqués” que bailan malambo. Con tus “shhhh” que bailan ballet. Con mis miedos y perdones, con un as de corazones yo te apuesto mi sentir. Me juego el pelo y tres monedas, me juego fichas, helados, fotos y peleas. Y lo apuesto porque sí.
Me surje una duda: el poker se juega con cinco cartas, si dos personas forman el par doble, la carta restante significa que hay un tercero/a?? Gracias por la respuesta! Beixos
ResponderEliminarno!!!!! fue un juego de palabras, porque hablaba de dos personas y el par doble es una de las posibilidades del poker, la verdad es que no lo tome tan al pie de la letra.....
ResponderEliminarAl!