
Te quiero mucho, no te quiero nada. No quiero que me quieras, y te quiero porque te quiero. Stop! Cuanto querer despilfarrado en amores de primaria, en el Juego de la Botella y en querer de Cotillón.
Te quiero porque me gusta en Facebook. Porque te lo digo por mensaje. Si no te quiero te elimino, te bloqueo, desadmito o te oculto de mi visión.
No te quiero tanto para quererte, pero mucho como para dejarte. No me olvido de saludarte por un chat, o ponerle una carita :) a tu nuevo estado del querer.
Si te quisiera verdaderamente, llamaría para verte, pero como virtualmente es que te quiero, me conformo con chatearte y espiar en la vidriera de la juguetería del corazón.
Yo quisiera quererte pero no puedo. O tal vez no lo quiero tanto, no lo sé. Es que todo es tan confuso y es tan gratis hablar de querer que no creo que cambie en nada que quiera dejarte ser.
No me resigno a que dejes de quererme, aunque tal vez no quiera volverte a ver.
aww...
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