No quiero que me entiendas. No quiero que me digas nada. No quiero que digas ninguna muletilla, ni pavada común. Vos no te entendés, y si no entendés, quedas afuera de mi mundo. Que es así. Es pasional, es doloroso a veces, e increíblemente feliz otras. Este es dolor de verdad. Estas son lágrimas que la mayoría no entiende. Esto es lo que soy y no me interesa que lo entiendas. Este amor es inexplicable, es heredado, es construido, es amor de verdad. Es lágrimas, gritos, festejos, es pasión. Dejame ser por un rato con la cara larga, la indignación, la bronca, el dolor, los reproches. Todo. Dejame que lo digiera, que lo soporte. Dejame que ya se creará ilusión nuevamente, porque este amor es incondicional. Soy de una extraña especie. Y no me importa. Soy la excepción, y no me importa. Me importa sentir como siento, y saber que esto es amor de verdad, cuando no siempre se gana, cuando te quedás con las manos vacías. En las buenas, estamos todos. Y en estas yo estoy. Callate y no digas nada si no entendés. No te pido que lo entiendas, sólo dejame sufrir en paz.
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