jueves, 17 de noviembre de 2016

No te conformes

Y un día te encontrás justificando todas tus decisiones de vida. Tratando de convencer a quienes supuestamente te quieren, que vos sos así. Y que así está bien. No sabés si pedís cariño, o por lo menos respeto.  Que te dejen de pensar como “Pobre…”
Y explicás… y contás y decís…
Sos la que viaja sola. Y no porque seas hermitaña. Si no porque no vas a dejar de deleitar la vista (y el alma) con paisajes, solo porque no tengas con quien.
Sos la que se rompe el lomo por tener no una, sino dos carreras, por más que tengas trabajo y que supuestamente te paguen bien.
Sos la que sigue saliendo hasta cualquier hora de la mañana, porque rodeada de un grupo de amigos, los amaneceres son divertidísimos.
Sos la que pelea defendiendo al que no está. Porque piensa que no es justo criticar a quien no se puede defender.
Sos la que dice la frase: “Donde no puedas amar, no te demores”. Pero le suma: “Donde no te amen tampoco, y donde no te valoren; menos”.
Sos la que no se conforma con una relación estable. Porque crees que el “amor es otra cosa”. Es compañerismo, es respeto, es diversión, es proyectos. No tener a alguien para llevar a un evento social.
Sos la que va a las marchas del “Ni una menos”, con la convicción de que juntas podemos hacernos fuertes ante el miedo que nos infundan.
Sos la que cree que se puede pagar una cuenta de restorán a medias, en una cita, porque la plata vale lo mismo para todos; hombres o mujeres.
Sos la que cierra los mensajes a sus papás diciéndoles que los ama. Porque a las palabras se las lleva el viento, pero abrazan almas.
Sos la que entiende que no todo el que se fuma un porro es drogadependiente.
Sos la que cuando ama, ama de verdad, sin reparar en que te puedan romper el corazón.
Sos la que le rompieron el corazón. Y el alma. Y creíste que no podías más, y pudiste.
Sos la que hace terapia porque considera que uno nunca termina de saber todo de sí, y que un extraño muchas veces te puede ayudar más que un amigo.
Sos la que está orgullosa de que su familia haya sido “humilde”. Porque aprendiste a valorar el esfuerzo, el tuyo y el de todos.
Sos la idealista, la rebelde, la zurda, la “rara”. La que tiene edad para ser madre, y ni piensa en eso.  La que quisiera tener a alguien que la ame, pero si no está; “qué le vamos a hacer”…
Sos la que no se conforma, la que va por más, la que lucha por aquello que considera justo. Sos la que hace lo que puede con lo que tiene. O hace más aún.
Sos libre. Sos renegada. Sos pasional. Sos sensible. Tanto que seguís peleando por causas perdidas. Tanto que seguís discutiendo para que te entienda. Tanto que el ser tan testaruda te llevó a donde estás. A ser lo que sos. Y eso, la verdad? No está tan mal.
Sos a quien le recomendaría: “No dejes de luchar. Sólo elegí mejor tus batallas; para no perder energías en aquellos a los que vos deberías empezar a decirles: Pobres”-.


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