sábado, 4 de febrero de 2017

Nada

Somos dualidad. Dicotomía. Positivo o negativo. Nos pensamos como sinónimos y antónimos. Como buenos o malos. Nos vivimos así. Nos encasillamos. Cruzamos  o nos quedamos de este lado. Nos blanqueamos o ennegrecemos.
Y hasta nos castigamos si quedamos a mitas de camino. Y en ese contexto surge una palabra. Una categoría. Una sensación. Un estado. VACÍO. 
Vacío es estar en la mitad? Es estar librándose de todo? Para poder volver a llenarse?
Estar vacío tiene su ser una meta? O puede ser un recorrido? O por lo menos una parte necesaria de este. Puede ser transitoriedad? 
Quienes somos los que establecemos su connotación?Si o si debe ser un estado permanente? 
Por qué tenemos miedo del vacío? Por qué nos da miedo saltar a él? Porque nos creemos que nos planteamos en dicotomías. Pero no soltamos nada sin agarrar nada de nuevo. No sabemos convivir con la incertidumbre. Porque necesitamos  saber que hay algo que nos atrapa al caer.  Porque no nos llevamos bien con la nada. 
Si puede representar una oportunidad. Por qué tendemos a odiar ese estado como si fuera un fin. Si a veces lo único que necesimos es un final para poder volver a comenzar. Aunque lo único que se vea por un pequeño momento sea: nada.

3 comentarios: